Erasmus en Bruselas: ¡Ha sido una experiencia increíble!

Una de mis prioridades era mejorar mi francés e inglés, por lo que decidí irme a Bruselas. Que mejor forma que aprender con gente nativa.

Bruselas es una ciudad muy internacional y con muchos estudiantes. Hay mucho ambiente, sobre todo los fines de semana. A mis compañeros de prácticas y a mí nos encantaba ir al Pub más típico de aquí “Delirium”. Eso sí, ese momento era momento español, ya que hay muchísimos españoles.

Lo mejor después de haber trabajado 5 días, era que llegaran mis días de descanso para cogerme un tren y visitar distintas ciudades. Bruselas es pequeña, está en el centro de todo y tiene varias estaciones de trenes y autobuses, por lo que es muy fácil desplazarse a otra ciudad. Lo malo de Bruselas, que es muy cara. Yo decidí buscarme el alojamiento y vivía en un estudio, mejor decir que vivía en una” lata de sardina” y pagaba 610€. Y la comida, como en España en ningún sitio. La comida típica son las patatas, los mejillones y los gofres. Por lo que de vez en cuando me daba un capricho en un restaurante español o pedía a mi familia que me mandase un paquete desde España.

Erasmus me ha dado una oportunidad para aprender, divertirme y sobretodo madurar, ya que me encontraba lejos de mi familia y amigos y en un país que no conocía y en el que solo podía comunicarme en francés o inglés, estaba totalmente fuera de mi zona de confort. Al principio fue duro. Pero esta experiencia me ha hecho crecer tanto personalmente como profesionalmente. He de decir que he puesto todo mi empeño en aprovechar esta oportunidad. Soy consciente del problema que hay en España en relación con el trabajo y en este sector, sin experiencia, es difícil acceder a un puesto.

Gracias a la beca Erasmus, me llevo momentos maravillosos y grandes amigos. Mi intención era terminar las prácticas y seguir trabajando en el país para seguir formándome en el sector e ir consiguiendo experiencia para luego reflejarla en mi curriculum. Lo mejor, se me han abierto las puertas en este sector. He tomado la decisión de no volver a España y he conseguido trabajo en el Hotel Stanhope 5*. Voy a aprovechar esta ocasión para seguir formándome y veré en un futuro si doy el salto otro país.

España siempre «estará ahí», pero si decido volver será pudiendo ofrecer una experiencia y una formación que, sin Erasmus, posiblemente me hubiese costado mucho trabajo poder conseguir. Es cierto que los Erasmus lo pasamos bien, es una experiencia única que ningún estudiante debiese desaprovechar.

Para mí, comienza mi vida adulta. Independiente e incorporada al mundo laboral.

Marta Sánchez Díez

Alumna de Gestión de Alojamientos Turíscos

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